Felicimor.

Lunes, 11 de Febrero

(Post de San Valentín, porque tengo ganas de postearlo hoy. Si tuviera a mano Fearless, pondría una quote que más o menos dice que cuando no querés que llegue un día lo agarrás y lo ponés en otro día, así cuando ese día llega a nadie le importa.)

“-No hace falta estar enamorada para ser feliz.
-Eso sólo lo dices porque nunca te has enamorado.”

El amor está sobre estimado. Seriamente, si lo piensan un poco, no es mucho más que un cóctel mágico entre cuyos ingredientes se encuentran, básicamente, hormonas, chocolates, llamadas telefónicas y estupidez.

It's the story of life: boy meets girl, boy gets stupid, boy and girl live stupidly ever after.

No digo que el amor no existe. Estoy segura de que existió. Es una cuestión de paradigmas. En los tiempos de Shakespeare, es muy probable que hubiera amor todo el tiempo. Sin electricidad, agua potable saliendo de una canilla o discotecas, la gente amaba tanto como se acuchillaba a sí misma; y eso, en los tiempos locos del romanticismo, era muy frecuente. ¿Pero ahora? Si Shakespeare estuviera vivo hoy con su dramático talento, y quisiera escribir una obra basada en el amor trágico de dos jóvenes adolescentes llamados Romeo y Julieta, trataría de un chico muy mono y una chica más o menos voluminosa que se conocen de una manera muy casual, salen el uno con el otro porque no hay más oferta de potenciales parejas, pasan mucho tiempo juntos porque sus amigos están demasiado ocupados con una vida real y, porque no hay ninguna razón no-lógica para no hacerlo, se ponen de novios, ya que no es muy arriesgado enamorarse si ya conocen el colectivo que los lleva de una casa a la otra. Después sucedería todo eso de Teobaldo, Hamlet y el veneno, cuchillos, espadas y muerte. Pero básicamente sería una historia lastimosa de un sentimiento mediocre. Un documental basado en la vida real, sí señores.

Feliz día de San Valentín.