Evolución

Todos corremos en círculos. Es algo como una neurosis masiva social y poblacional. Tantos psicólogos, terapeutas y psiquiatras de diversos niveles, desde el más mediocre al más perspicaz deben reírse del propio chiste escribo en forma de problemas inventados en sus anotadores; patrones, patrones y patrones, caminos que la gente recorre una y otra vez, cambiándole los árboles, el cielo o llevando paragüas; por más exótica sea la decoración, no deja de ser un camino circular con piedras que uno no deja de patear.

La idea para avanzar y dejar de estar siempre donde uno empezó está en ver el camino desde arriba, pero a veces es muy complicado si no se ven las cosas desde arriba. Y todos son muy distintos a la hora de ver dimensiones o entender magnitudes. Quizás sea un círculo, un cuadrado o un paralelogramo, ¿quién sabe? El tema es dejar miguitas de pan en el camino, para indicar tanto el camino de regreso como que esas huellas ya están en esa tierra. No tiene sentido pisarlas de vuelta.

El problema es que la meta, el ideal puede ser enceguecedor. La sola sensación de un paraíso lleno de imágenes y sonidos, existentes sólo en la mejor realidad posible en esta tierra... más que cambiar el camino, es sólo pisar el acelerador.

Justamente por eso; ya cansados de recorrer siempre el mismo camino y no llegar a ningún lado, no hay nada mejor, más placentero; salir del camino pavimentado, cruzar los árboles y nunca volver a ese camino con migas de pan y huellas marcadas. Superar algo y dejarlo atrás, reconocer el error y planear una nueva estrategia... y no volver a caer. Sencillamente, una de las mejores cosas en el mundo. Un auténtico patronus.