Pensamiento Colectivo

Si se pudiera recolectar los pensamientos que se evaporan de la mente de los pasajeros de un colectivo a las horas en las que no funcionan los subtes y condensan en el techo, formando una capa de miedos e ilusiones invisibles tan densa que sería ideal para una colonia de Streptococcus Coagulasa -, leerlos uno por uno y comprender las historias que detrás de ellos se esconden podría generarse una biblioteca o colección de películas del cine que alcanzarían el valor de varios moles reales en el planeta*, dejándonos sumergidos en no más que un montón de hilos de conversación mentales de gente desconocida.

Es realmente intrigante, ¿no? Un conjunto de almas perdidas, esperando llegar (o volver) a un lugar, con un objetivo, una idea, una esperanza, un temor; Pequeñas fuerzas impulsoras, de carne y hueso, moviéndose como cargas obedeciendo complejas leyes electroquímicas, basándose en la diferencia entre el lugar a donde quieren ir, qué tanto y qué tan lejos están de llegar; una distancia entre la meta y el punto del corredor en la carrera. Depende de factores ajenos al colectivo o el suelo que se pisa luego de bajarse en la parada previamente solicitada por el pasajero con un respetuoso timbre, qué tanto puede ir, la relativa permisibilidad. ¿Es el aire de la noche, o el humor de la Luna, los límites impuestos por alguien? Pero es solamente el resultado de eso que determinará el resultado de la noche; la respuesta de "Cómo la pasaste ayer?" o "Qué tanto cambió tu vida salir anoche?".

Estoy sentada en uno de los asientos individuales, y veo a mi alrededor. Una chica muy bonita y producida, con un dulce perfume (Huele a Nina Ricci), con la vista fija al frente. Dos muchachos, relajados y conversando con tranquilidad, pero con un evidente aspecto de reciénafeitado, riéndose de algo sin odio ni malas intenciones. Una chica, nerviosa, con las manos agarradas y de maquillaje sobrio. 5 chicas que se suben en una parada, hablando muy fuerte y riendose, cada tanto mencionando a alguna zorra que hizo algo con alguien o de algún tarado que aparentemente va a ir hoy pero no lo saben y sería re gracioso si lo hiciera. El muchacho solitario con ropa de Adidas y un bolso pesado con el escudo de la AFA, que te hace pensar hasta qué hora se quedan entrenando los chicos deportistas. De alguna manera, todos tienen una idea de a dónde quieren llegar, y, con la lucidez necesaria, idea de dónde se encuentran; algunos están en lo correcto y otros en lo equivocado. Sin embargo, no hay ningún libro de instrucciones que diga cómo es la distancia entre uno y el otro. Nadie dice qué personajes son relevantes en la trama y cuales sólo participan para formar la charla de fondo. Quién es el protagonista y quién el actor de reparto.

Es imposible saberlo. Pero es sólo la visión del destino que nos lleva a abandonar la comodidad del pijama y la cama caliente en una noche húmeda de invierno, ponernos ropa más bonita que cómoda y arrastrarnos al primer colectivo que llega a la parada más cercana.




* Si existieran 6,02 x 10 a la 23 pelotas de tenis, alcanzaría para cubrir a todo el planeta con una altura de más de 100 km.